La morosidad es uno de los principales problemas que hoy en día enfrentan las empresas dedicadas a la venta de productos a plazos. Si en tiempos de pre-pandemia esta actividad significaba un riesgo alto, en la actualidad el riesgo se ha incrementado exponencialmente por la incapacidad de pago que muchos clientes han presentado.
¿Pero cuál será el camino idóneo para afrontar esta crisis que por el momento no tiene fecha de caducidad? La respuesta puede ser sencilla, pero la puesta en marcha complicada, el mejor camino para afrontar una crisis es el cambio.
Es entonces que los viejos modelos de cobranza reactiva, donde se clasificaban los clientes de acuerdo con el tiempo que demoraban en realizar su pago, quedan cortos para nuestra nueva realidad. En la actualidad es necesario que la tecnología se convierta en nuestro mejor aliado y desde el momento empiece a trabajar en pro de disminuir el riesgo crediticio.
Esto podría sonar una quimera para muchos, pero en realidad cambiar hacia un modelo más proactivo nos permitiría encaminar los procesos desde el mismo momento que iniciamos el proceso de atracción de clientes. La tecnología no solo nos permite perfilarlos de acuerdo con el “Buyer Person” definido con anterioridad, sino que a su vez nos permite dirigir nuestro esfuerzo de ventas hacia aquellos Leads que realmente se encuentran interesados y cuentan con la capacidad de compra.
Asimismo, tanto las restricciones producto de la pandemia, como la ola tecnológica en la que vivimos, ha puesto demasiado hincapié a estrechar lazos con nuestros clientes a través de diversos canales de comunicación digital; por eso las empresas que solo cuentan con la dirección física, el correo electrónico y su teléfono fijo o celular, están perdiendo la batalla sin haber iniciado. Primero porque al no contar con una estrategia de omnicanalidad o en su defecto de multicanalidad está menospreciando el valor de estrechar relaciones con sus clientes y en segundo lugar, está disminuyendo la probabilidad de contacto cuando este cliente que en un principio pagaba a tiempo ya no lo haga y no exista la más remota posibilidad de hallarlo.
Por último y menos importante, el poder ser empáticos en momentos de crisis nunca será una acción percibida de menos. La empatía es más que necesaria en las relaciones humanas, pero imprescindible en los negocios, recordemos que nuestros clientes son personas y como tales pasan por situaciones buenas y no tan buenas. Poder tener la apertura y la flexibilidad interna para poder renegociar una deuda es una ganancia para ambas partes.
A esta altura se estará preguntando cómo puede hacer todo esto y la respuesta es B1 Money, el Add-On especializado en el Core financiero que se integra fácilmente con SAP Business One y que cuenta con la flexibilidad que usted necesita para adaptarse a las necesidades de sus clientes.
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